E. R
E. R son las siglas de "espacio recuperado". Recientemente el centro de la ciudad de Pereira se ha visto ocupado por recuadros amarillos pintados en las aceras y demarcando un espacio de ausencia y siendo casi tan invasivos como los vendedores ambulantes. Según la Secretaría de Gobierno la marca "E. R" indica que con anterioridad en ese lugar se encontraba asentado un vendedor informal, el cual fue reubicado en alguno de los programas ofrecidos por la Alcaldía Municipal, cuando el vendedor ha fallecido o ha abandonado el puesto de trabajo, este espacio se considera como recuperado y por esta razón es pintado con líneas amarillas.

Baudelaire fue juzgado de blasfemo por sus textos de pecado, vida nocturna y sustancias psicoactivas. Pero él explicó que no era blasfemia y que de hecho estaba hablando de dios, porque al hablar de estos temas lo único que se podía pensar era en la ausencia de dios y por lo tanto en dios. Este mismo concepto es el que utilizo en la colección de obras Ambulantes, cuando apropio el símbolo E.R, un ícono de la ausencia del vendedor ambulante como una mención a este último.

El fenómeno E.R en las calles de Pereira tiene las mismas cualidades del grafiti, con la diferencia que este es legal, difundido y usado por las entidades gubernamentales de la ciudad. Si bien el E.R es una figura muy reciente, los esfuerzos por recuperar los espacios públicos apropiados por los vendedores ambulantes son antiguos.

La antigua galería de Pereira fue un espacio comercial del centro de la ciudad, ubicado en la carrera décima entre calles 16 y 17, caracterizado por la presencia de mercados informales y constituyendo en su momento un punto neurálgico para los vendedores ambulantes. Otra cualidad del sector era la apariencia sucia y desordenada, que sumado a que era un lugar frecuentado por habitantes de calle, se construyó una sensación de inseguridad en torno a él.

Iniciando el siglo XXI, durante la alcaldía de Martha Elena Bedoya, se planteó y se llevó a cabo un proceso de recuperación urbana en la zona de la antigua galería. La noticia en aquel momento generó polémica porque los terrenos donde esta se ubicaba fueron donados por un particular a la ciudad con el fin de que se usaran para la galería. Cuenta la historia que habilidosamente la alcaldía de la época justificó la construcción del Centro Cultural Lucy Tejada con que los terrenos efectivamente se usarían para una galería pero "una galería de arte".

El contexto histórico de nacimiento del Lucy Tejada constituye un precedente de dialogo entre vendedores ambulantes y esferas artísticas y culturales, como también un espacio donde convive la alta y baja cultura.

El proceso de recuperación del espacio público vivido en el sector de la antigua galería y el actual Lucy Tejada significa el más grande vivido en la historia de la ciudad y uno de los más grandes del país. Siendo este proceso a una muy gran escala el mismo que la Secretaría de Gobierno y Espacio público ejecutan en las calles de la ciudad. De una manera metafórica el proyecto Ambulantes también cumple estas mismas condiciones; recupera un espacio de comercio informal ambulante y lo transforma en un espacio cultural y artístico.

Por lo tanto entendiendo el simbolismo de esta figura y su uso para marcar un espacio recuperado no sería incoherente hacer una analogía entre la colección de obras e investigaciones Ambulantes y estos grafitis gubernamentales. Dentro del proyecto Ambulantes; E. R constituye una metáfora de la misma obra, de los vendedores informales y su ausencia, como también de los diálogos e interacciones entre arte, vendedores ambulantes y administración pública. Siendo el símbolo E. R apropiado inevitablemente como un elemento ícono referencial de la obra.