Práctica etnográfica desde la ventana
La cualidad principal de los vendedores ambulantes está en su misma denominación, "ambulantes", que por su definición: "Desempeña una función sin permanecer mucho tiempo fijo en un mismo lugar". La diferencia entre el vendedor ambulante y las tiendas de establecimiento físico es que el consumidor no debe buscar el producto, solo se limita a esperar que este llegue a su puerta (o ventana) y a escuchar a través del principal medio de difusión; el altavoz, los productos que ofrecen ese día.

El Decreto Nacional 1988 de 2019 clasificó en 3 grupos a los vendedores ambulantes según su espacialidad: Vendedores informales ambulantes, vendedores informales semi estacionarios y vendedores informales estacionarios. Si bien dentro de Ambulantes se contemplan y se estudian los 3 grupos, es el primero de estos el apropiado conceptual y visualmente para el desarrollo de la obra.

Una práctica etnográfica siempre se desarrolla en un territorio especifico. el centro de Pereira es indiscutiblemente el núcleo de las ventas informales de la ciudad, siendo obligatorio el trabajo de campo en él. Pero, partiendo de que el grupo de vendedores informales seleccionado para la obra son los ambulantes, la delimitación del territorio de este grupo se dificulta.

La solución que encontré a esta variable fue una práctica etnográfica desde la ventana; el punto de interacción entre consumidor y vendedor ambulante mas natural y orgánico posible. Además de un método de recolección de material fotográfico, sonoro y audiovisual, la práctica etnográfica desde la ventana significó una gran fuente de historias, ideas y memorias de los vendedores ambulantes con los que interactuaba, y que para el desarrollo investigación- creación de la obra a manera de una recolección de archivo sería indispensable.